A.P
ANAHEIM, California -- La paciencia es una gran virtud que el cubano Yonder Alonso está dispuesto a poner en práctica todos los días de su vida.
El cubano, quien juega en la sucursal de AAA de los Rojos de Cincinnati, sabe que tiene que esperar su momento para llegar a las mayores.
"Si me llaman en septiembre, eso va a estar bien, mi tiempo viene cuando le toque. No me voy a desesperar", dijo Alonso el domingo a la Associated Press, previo al partido de las Futuras Estrellas del béisbol en el estadio de los Angelinos de Los Angeles.
Alonso está jugando en la primera y tercera bases en ligas menores, pero el equipo grande tiene al líder de cuadrangulares de la Liga Nacional, con Joey Votto en la inicial, y en tercera al veterano Scott Rolen.
La historia de Alonso no es la típica de la mayoría de los peloteros cubanos que desertan hacia los Estados Unidos.
El nativo de La Habana, Cuba, dice que emigró a los Estados Unidos a los 10 años en 1995 en un vuelo en compañía de su padre y hermanos. Los libros indican que Alonso nació en 1987.
"Volvía a Cuba a los 14 años, porque las cosas eran diferentes en ese entonces. Mi papá arregló todo y nosotros salimos bien, por avión. Pero no he vuelto más", agregó.
Actualmente, Alonso tiene promedio de .266, con seis jonrones y 33 remolcadas en Sarasota, en la Liga Internacional.
El cubano dice que tiene planes de jugar en el béisbol del Caribe el próximo invierno aunque admite que le gustaría ponerse un uniforme de la Liga Cubana.
"Me gustaría mucho jugar en mi país. Esa es la verdad, pero ahora. Me gustaría jugar en la República Dominicana, pero ya eso es una decisión de los Rojos de Cincinnati. Creo que podría darse que vaya a los Leones del Escogido, por la relación que hay con Mario Soto", agregó.
Soto es asistente especial del gerente general de los Rojos, y asesor de la directiva de los campeones dominicanos, Leones del Escogido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario